
En el mundo de la ciberseguridad, donde las amenazas son nuestro día a día, existen principios que actúan como base para una defensa sólida. Uno de estos principios, a menudo subestimado, es el uso de privilegios mínimos.
Imagina el castillo más seguro. ¿Le facilitarías a cada habitante la llave maestra que abre todas las puertas? Estoy seguro de que la respuesta es no; lo que seguramente harías sería limitar el acceso, según las responsabilidades y necesidades de cada uno, facilitando una llave distinta a cada habitante.
El principio de privilegios mínimos aplica esto mismo al entorno IT empresarial.
¿Qué significa «privilegios mínimos»?
En esencia, se trata de otorgar a usuarios, aplicaciones y procesos únicamente los permisos necesarios para realizar sus tareas. Ni un permiso más, ni un permiso menos.
Si un empleado solo necesita acceder a una carpeta compartida para subir informes, no tiene por qué tener permisos de administrador del sistema, o ser administrador de su máquina, por poner algunos ejemplos.
¿Por qué es tan importante esta práctica?
Implementar el principio de privilegios mínimos ofrece una serie de beneficios que mejoran la protección, y por ende la seguridad, de cualquier organización:
- Limitación del posible daño:
- Si una cuenta de usuario se ve comprometida por un ataque, robo de credenciales, etc, el atacante solo podrá acceder a los recursos a los que esa cuenta tiene permiso. Al limitar estos permisos, se reduce drásticamente el impacto del ataque.
- Disminución de la superficie de ataque:
- Cuantos más privilegios tenga un usuario, mayor será la superficie que un atacante puede explotar. Al minimizar los permisos, se reduce el número de puntos de entrada potenciales y se dificulta el posible movimiento lateral dentro de nuestros sistemas.
- Prevención de errores accidentales:
- Los errores humanos son la principal causa de incidentes de seguridad. Un usuario con demasiados permisos podría, por error, eliminar archivos críticos, modificar configuraciones o incluso peor, instalar software no autorizado que descubra contraseñas de nuestro Directorio Activo.
- Mejora del cumplimiento normativo:
- Muchas regulaciones de protección de datos y seguridad exigen la implementación de controles de acceso adecuados, y el principio de privilegios mínimos es una de las prácticas para cumplir con estas regulaciones.
- Simplificación de la auditoría y la gestión:
- Con permisos bien definidos y limitados resulta más sencillo rastrear la actividad de los usuarios y los procesos, identificar posibles anomalías y gestionar los accesos de manera adecuada.
Implementando Privilegios Mínimos
La adopción del principio de privilegios mínimos no es una tarea de un solo paso, sino un proceso continuo que requiere atención y mantenimiento. Algunos puntos clave para su implementación incluyen:
- Inventario y clasificación:Identificar todos los recursos (servidores, aplicaciones, datos, etc.) y clasificarlos según su nivel crítico.
- Análisis de roles:Entender las tareas y los accesos necesarios para cada usuario dentro de la organización.
- Asignación de permisos basados en roles:Asignar a cada usuario, aplicación y proceso solo los permisos necesarios para llevar a cabo su trabajo.
- Revisiones periódicas:Los roles y las necesidades cambian con el tiempo. Es fundamental revisar y ajustar los permisos de forma regular para garantizar que sigan siendo apropiados y seguros.
- Concienciación:Informar a los usuarios sobre la importancia de los privilegios mínimos y enseñar las mejores prácticas para proteger sus cuentas.
La ventaja de realizar una correcta aplicación de permisos
El principio de privilegios mínimos puede parecer una medida menor, incluso pasar desapercibida en el día a día, sin embargo, su impacto en la seguridad de una empresa es significativo. Al limitar los permisos de cada usuario se construye una defensa más potente y se reduce drásticamente el daño potencial que pueda causar una amenaza.
En el día a día de nuestros sistemas, y con los peligros que acechan constantemente, adoptar el principio de privilegios mínimos no es solo una buena práctica, sino que es una necesidad fundamental para proteger la infraestructura de tu empresa.
Lepide y Tenfold, tus aliados
Para entender y aplicar este principio de privilegios mínimos se requiere identificar que permisos tienen los usuarios en la actualidad, los administradores, etc. Lepide DSP te ayuda en esta tarea y, sobre todo, en mantener controlado los roles que quieres tener, con su programación de auditoría de permisos y su gestión de informes.
Asimismo, Lepide DSP auditará e identificará cualquier intento de ataque de fuerza bruta, cambios masivos de permisos, ataques de Ramsonware en los servidores de datos, etc; de donde proviene, con que usuario se está produciendo el incidente y podrá mitigarlo convenientemente, deshabilitando el usuario, apagando la máquina de origen, por poner algunos ejemplos.
Con Tenfold dispondrás de una revisión de permisos adecuada; si un usuario cambia de rol dentro de la empresa, cambiarán sus permisos y no “arrastrará” los que ya tenía. Además, tendrás control de cómo, y cuándo se aplican los permisos cuando un usuario se cambia de departamento o entre nuevo en la compañía; o estar seguro de que se eliminan los permisos si el empleado sale de la compañía.
Gracias a las plantillas departamentales de Tenfold, los usuarios de cada departamento tienen siempre los permisos adecuados a nivel de Directorio Activo, File Server, M365, SAP, o cualquier sistema en el que tengas que asignar permisos a usuarios.
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